Seattle

Tengo la mala y buena suerte de tener a mi hermana viviendo afuera. En Seattle. La mala suerte es obvia, la buena es que cada tanto me obligo a visitarla. Esta fue la primera vez que viaje con los chicos sola y fué un lujo. Ya están grandes y eso me emociona. Cada cual responsable de sus petates, boarding pass en mano y disfrutando desde el momento cero la aventura. Todo les fascinó: la mesita de avión, la mini tv en el asiento, hacer pis en medio metro cuadrado, hablarle a la azafata en inglés (aunque fuera argentina)... hundirse hasta las rodillas en la nieve, la mejor siesta de sus vidas acurrucados frente a la chimenea, la casa de los primos, el spanglish de los primos, patinar en el hielo, hacer el primer muñeco de nieve, amanecer mirando un ciervo en la ventana... Imposible no maravillarse. Luego se nos unió el papá. Un viaje muy familiar, de rutas, sin nada que hacer y ningún horario. un desenchufe total...

Almuerzo en la zona antigua, Pioneer Square

Visita obligada al primer starbucks, en pleno Pike Market

Nuevos conocimientos en la nieve...
1 taza nueva de Anthrophologie para mi colección
los de la izquierda son de fireworks, los de la derecha de urban outfitters. El ananá fué un regalo.
percheros de urban outfitters, eran para mi cuñada... sorry...
Otra compra fué esta cajita con notitas para las luncheras. Isa, una clienta me sugirió hacer algo así hace un tiempo. Cuando las ví me acordé de ella y las compré. Son de Chronicle, diseñadas por Peagreen: Una consultora de diseño británica que diseña ilustraciones para papelerías y regalos. Me da pena usarlas...