martes, 5 de enero de 2010
Hijos...
Mi hija es simplemente soñada. Si, se me cae la baba. Y mi hijo tiene ese no se qué de atorrante compulsivo. Es imposible tener preferencias, son los dos tan diferentes. Y están también atravesando diferentes momentos. Mientras una aprende a bucear el otro aún no deja de respirar cuando se mete al agua y se traga toda la pileta... Para la mayor el enano que la persigue como su sombra es una molestia. Lo usa de extra en sus juegos, lo culpa de todos sus males, lo manipula a diestra y siniestra y apenas aparece una amiga lo manda a freír churros. El más chiquito la adora. Laui! Laui! la persigue, busca e idolatra. Siempre. Me dá pena. Por más que hablo con la mayor y le explico los beneficios de tener hermano (que yo no tuve), no hay caso...
Ya pasará, son etapas...
Este sticker encontré detrás de la puerta del cuarto de Pipe...
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a los chicos les encantan las malas palabras,a mi tambien...jjejeej
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